jueves, 8 de marzo de 2012

Día Internacional de la Mujer; Aporte de la Mujer Dominicana


El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer se celebra el 8 de marzo. La primera convocatoria tuvo lugar en 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza extediéndose su conmemoración, desde entonces, a numerosos países. En 1977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. El 8 de marzo se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países.

En sus inicios, finales del siglo XVIII y XIX, el movimiento obrero mantenía una posición tradicional de corte patriarcal en relación con la igualdad de la mujer y sus reivindicaciones. Será a mediados del siglo XIX cuando los movimientos reivindicativos de la mujer salgan a la luz: lucha por el sufragio femenino, la reivindicación de la igualdad, la denuncia de la opresión social, familiar y laboral. Surgieron entonces los denominados movimientos sufragistas, inicialmente de origen burgués, con figuras como Flora Tristán; aparecieron después los primeros grupos feministas en el movimiento obrero, que tendrán como gran aliado teórico el libro de Friedrich Engels, publicado en 1884, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado además de los movimientos anarquistas que reivindicaban, desde el neomalthusianismo, la procreación consciente del proletariado, la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de los niños así como el uso y difusión de métodos anticonceptivos artificiales.

Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico Incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.

Aportes de las Mujeres Dominicanas

La mujer dominicana que nace junto a la República en 1844, entra a la vida representativa en circunstancias políticas, sociales y económicas muy limitadas: se desenvuelve en una nación marcadamente rural e inserta en un estatus económico con características feudales.

El núcleo familiar del siglo XIX acató la tradicional práctica de la religión cristiana y los valores culturales hispanos; para entonces, la población dominicana alcanzaba los 120 mil habitantes. La mujer dominicana, dentro de su delimitada geografía fue la responsable del buen manejo hogareño y la encargada de la educación de los hijos, ya que como señala el historiador Juan Daniel Balcácer, los hombres estaban en el campo o en el ejército y algunos dedicados al magisterio.

La República Dominicana fue el resultado de la labor de grupos políticos específicos (los trinitarios, los conservadores), en los que comprometidas, pero escasas mujeres, participaron.

La colaboración de mujeres como María Trinidad Sánchez (que arriesgaba la estabilidad de su hogar para planificar conspiraciones pro- independencia) y Concepción Bona Hernández (que desde su sumisa posición de mujer, puso un granito de arena con una labor característica de las jóvenes de la época: bordó el escudo de la primera bandera dominicana), pudo parecer a algunos un atrevimiento reprochable; en realidad no, que ellas aceptaran aquellos riesgos era una muestra de que también a su género les afectaba la situación política de la nación y por lo tanto, ellas estaban dispuestas a hacer algo por el cambio social necesario para los dominicanos.

Creada la República y realizada la Restauración el país se organiza lentamente en todas sus instancias. En aquellas circunstancias, el papel de la mujer aflora en el área educativa y en las letras. Tal es el caso de Salomé Ureña de Henríquez, quien dirigió el Instituto de Señoritas, fundado bajo la orientación del maestro Eugenio María de Hostos, quien abiertamente afirmaba que "los hombres deben devolver a la mujer el derecho de vivir racionalmente".

Las primeras estudiantes de Salomé Ureña, son las que van a conformar el primer magisterio femenino de principios de siglo, donde figuras como Luisa Ucema Pellerano se destacaron.

Durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina y en el ocaso de la misma, la mujer desempeñó un papel crucial: fueron el apoyo, sostén y motivación para los maridos, hermanos o familiares que combatieron la opresión, además de resistir los asesinatos o desapariciones de sus familiares.Connotadas figuras del sector femenino que tuvieron participación activa de la lucha contra Trujillo. Es aquí donde el espacio de las hermanas Mirabal muestra su fuerza y amplitud. Ellas son la representación perfecta del escudo femenino dominicano con que se encontró el Trujillo en el ocaso de su dictadura.

Las negativas de Minerva Mirabal y el apoyo emocional y práctico que ésta recibió de sus hermanas, no solamente ejemplificó el cansancio de una nación respecto a una dictadura, sino el valiente rechazo que las dominicanas acumularon durante aquellos años de opresión. El ajusticiamiento del tirano ocurre en 1961, cuando en el país hay tres millones de habitantes y una sociedad no tan rural como en 1930. Las ciudades proliferaron y el movimiento migratorio del campo a la ciudad permitió a muchas familias de origen campesina, asimilar la cultura urbana.

Cabe mencionar las palabras con que Camila Henríquez Ureña explicaba las razones por las que la mujer adquiría el espacio que le correspondía en la sociedad: "Al destruirse por la manufactura en gran escala la industria doméstica, que constituía el trabajo femenino, el costo de la vida se encareció, y el salario del hombre no aumentó, de manera que ya no bastó para la manutención de la familia obrera, ni de aquella de la pequeña burguesía"

La mujer dominicana comienza a insertarse en las diferentes instancias de la sociedad a partir de la revolución de abril del 1965, sin embargo, en 1962 la doctora Josefina Padilla se presenta como candidata a la vicepresidencia por el Partido de la Revolución Dominicana, lo que representó un avance hacia la participación de la mujer en la vida democrática dominicana. Este fue un proceso que se desarrolla y que adquiere mayor dimensión en la medida en que hay más libertades y por el hecho de que ya no es el hombre la única fuente de ingresos para la familia. Eso provocó que la mujer se incorporara a la fuerza de trabajo, fenómeno que no fue exclusivamente dominicano, pues en las décadas de los 60 y 70 se operan a escala mundial profundas transformaciones sociales; surgen movimientos políticos, ideológicos, que le asignan a la mujer un papel más activo, dinámico y protagónico en la toma de decisiones, en la participación de la vida pública y empresarial. Luego de la apertura y de que la sociedad dominicana se inserta dentro del sesgo moderno, afloran nuevas profesiones. A las instituciones de estudios superiores no sólo llega un mayor número de mujeres, sino que escogen nuevas carreras, como ingeniería, arquitectura, administración de empresas, derecho, medicina, ciencias de la informática, economía y sociología.

1 comentario:

  1. Es un dia hermoso que no solo este dia sino todos los dias debemos darle gracias a Dios por crear a un ser tan precioso como la mujer que hay que ser sincero Dios la hizo mejor que nosotros los hombres gracias a Dios por la mujer que puedo despertarme cada mañana y ver ese rostro tan divino las mujeres son nuestras madres nuestras amigas nuestras hijas sin mujer no hay hombre Dios bendiga todos los dias de la vida a la mujer ATT: Juan carlos the heartbreaker

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